Bienvenidos

Estimados padres,
Para el Colegio Marista Kínder, es un placer darles la bienvenida a este nuevo ciclo escolar. De antemano estamos seguros de que nuestros(as) niños(as) tendrán un espacio de aprendizaje, convivencia y seguridad, que los invitará a sentirse como en casa.

Reconocemos que para lograr el éxito escolar,  es necesario que trabajemos juntos casa y colegio. Sabemos que la semilla sembrada en el hogar, dará frutos en el trabajo conjunto con nuestro colegio.

¡Bienvenidos!

ACERCA DE NOSOTROS

Misión

Trabajar para que esta institución educativa se convierta en semillero de buenos cristianos y ciudadanos virtuosos, jóvenes preparados y abiertos al mundo, que con su ejemplo propicien la superación de la comunidad en general.

Visión

Ser la Institución educativa de mayor prestigio académico y cristiano de la región, cuyo cuerpo docente esté capacitado y actualizado en programas vanguardistas de innovaciones pedagógicas y posea experiencia en formación académica y cristiana.

Valores

Presencia, Sencillez, Espíritu de familia, Amor al trabajo, Amor a Jesús por María y Solidaridad.
Pedagogía
Compromiso
Espiritualidad
Vida Estudianti

Nuestro estilo educativo se fundamenta en una visión integral de la educación, que busca conscientemente comunicar valores.

Utilizamos una metodología pedagógica peculiar que San Marcelino Champagnat y los primeros maristas iniciaron y que era innovadora en muchos aspectos

Educamos, sobre todo, haciéndonos presentes entre los niños y jóvenes, demostrando que nos preocupamos por ellos.

Les brindamos nuestro tiempo, más allá de nuestra dedicación profesional, establecemos con ellos, una relación basada en la confianza, que propicia un clima favorable al aprendizaje, la educación en valores y la maduración personal.

La espiritualidad marista es una espiritualidad comunitaria. Entiende la comunidad como un lugar único donde Dios se revela a través de los otros. Nos capacita para “sentir con” nuestros hermanos y hermanas, compartir sus vidas y unirnos a ellos en amistad. Nos ayuda a reconocer la belleza y bondad de los otros, y abrir un espacio para acogerlos en nuestras vidas. Champagnat nos dijo con su ejemplo que el espíritu de familia, inspirado en Nazaret, y hecho de amor y perdón, ayuda y apoyo, olvido de sí, apertura a los demás, y alegría, es comunión con Dios.

La cultura vocacional es un ambiente favorable para que cada persona se comprenda a sí misma en función de la misión que Dios le confía. La comprensión surge de los sentimientos, de las actitudes con enfoque a una tarea personal en medio de una comunidad, familia y sociedad.